Llueve sobre mojado. Nada más empezar el partido le hacen un gol al Madrid. ¿Sale dormido como estrategia, lo tiene dicho Ancelotti o es simple casualidad? Si se trata de lo primero, urge una visita al médico o a un psicólogo. No le puede ir peor. Los rivales lo saben y raro es el que no le mete un gol a las primeras de cambio. La Real pudo hacerle dos, incluso. La espalda de Oyarzabal, que estaba
en fuera de juego,
salvó al Madrid de ir perdiendo 0-2
en apenas 10 minutos de juego. Para comer cerillas, colega.
De ahí al descanso no hizo el Madrid nada del otro mundo, salvo
un remate al travesaño de Joselu
, un delantero centro de verdad. No desaprovechó, sin embargo,
el centro perfecto que le envió Fran García
en la segunda parte para poner el 2-1 en el marcador.
Y es que Joselu tiene una cabeza muy bien amueblada
. Sólo hace falta que le pongan buenos balones. Sea como fuere, lo que está claro es que el Madrid necesita un delantero como él, al menos mientras
Vinicius
siga lesionado y
Rodrygo
en horas bajas. El Madrid echa en falta sus goles. Al que no echa en falta, con perdón, es a
Mendy
, que se supone que va a ser titular en cuanto se recupere. Una pregunta sin maldad:
¿cuántos pases de gol ha dado en el Madrid?
Pocos. Y jamás dos en un mismo partido. Y ninguno, desde luego, como el de
Fran García
a
Joselu
.
Tras el 2-1 el Madrid se tomó el partido como no suele hacerlo, otra novedad. Prefirió dejar la iniciativa a la
Real Sociedad
y jugar a la contra.
Estuvo a punto de salirle bien en los últimos minutos
, en un jugadón de Brahim Díaz al que respondió
Bellingham
como un auténtico delantero centro, pero
Remiro frenó la racha goleadora del Pichichi
con un paradón. Una lástima, dado que la jugada merecía el colofón del gol por su plasticidad.
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